Meses en los cuales aún me estoy adaptando a esta ciudad, bueno ya no tanto a la ciudad, me estoy intentando adaptar a la mentalidad de aquí, sí, esa mentalidad que en diversas ocasiones es demasiado cerrada y conservadora, un mentalidad en la cual no puedes vestir unos shorts porque estarías provocando a un hombre, creo que sabéis de que mentalidad estoy hablando.
Me dicen que tengo una manera de pensar muy peculiar, muy abierta, que soy una persona que estoy tan segura de mi misma que no temo a probar nuevas experiencias.
Sinceramente no creo que sea así, quizás si hay veces en la que irradie demasiada confianza, quizás también me dicen esa clase de comentarios porque sus cabezas son tan conservadoras y cerradas que al escuchar un "estoy a favor de el matrimonio entre heterosexuales" o "soy atea" les sorprende tanto que por eso me alagan, por decirlo de alguna manera.
Ya que nos estamos sincerando han sido y siguen siendo meses de soledad, meses en los cuales la música ha sido mi mejor amiga aquí, meses en los cuales el estar rodeada de gente no significa que tengas compañía, meses de lagrimas caídas y sonrisas falsas.
Seis meses... y los que me quedan
Solo espero que a partir de este mes me adapte más, bueno ya no tanto eso, me conformo con querer adaptarme a esta mentalidad aunque sea traicionarme a mi misma, pero tengo que hacer el esfuerzo por vestir de tal manera que no provoque a un hombre, hacer el esfuerzo por callar mis comentarios liberales para no ofender a nadie.
